Nelly es de Guerrero y sus primeros conocimientos sobre costura los adquirió viendo a su mamá trabajar en una máquina de pedal. Hasta los 17 vivió en la comunidad de Cruz Grande en el municipio de Florencio Villarreal. Cuando llegó a la Ciudad de México,
comenzó a trabajar en una fábrica de colchas donde aprendió coser en máquina para poder confeccionar otras cosas. Después, comenzó a trabajar en una fábrica de ropa en la que duró 10 años.
Cuando Nelly decidió formar una familia, dejó de trasladarse a la fábrica y comenzó a trabajar en su casa con una máquina que le dio su jefe. La flexibilidad de horarios le permitió hacer sus propias confecciones y hacer el trabajo de la fábrica. Posteriormente, Nelly y su familia se mudaron a Querétaro y lo único que se llevó con ella fueron sus máquinas, que representan la posibilidad de materializar los diseños que imagina.
Hace cuatro años Nelly conoció a Lucy, su actual compañera en el taller con la que trabaja en el oficio que domina y la hace muy feliz.