El residuo cero o basura cero (zero waste) es un movimiento fundado por Bea Johnson, quien lo inició casi sin querer al lanzar su libro Zerowaste Home y su blog en 2008. Esta iniciativa trata esencialmente de la reducción de desperdicios, basura y en general, del consumo.
El joven movimiento ha crecido constantemente gracias a las redes sociales y a la simpatía de todas aquellas personas que alrededor del globo quieren combatir la crisis ambiental que se vive a causa de la basura, una problemática que se está saliendo de nuestras manos, pero se está yendo a los océanos, los suelos ¡y hasta el hielo del Ártico!
Isla deshabitada en el Caribe. Fotografía por Naomi O’Leary
El hecho de que ya no existe un solo paraíso en la tierra libre de basura está muy claro en la mente de todos aquellos que se han unido al reto de vivir sin generar desperdicios y se manifiesta en varias cuentas de redes sociales que comparten experiencias y consejos para llevar este estilo de vida. En ellas podemos ver fotografías de frascos de cristal llenos de comida a granel, de compras hechas en bolsas de tela, de huertos urbanos, de cepillos de dientes de bambú y de cientos de productos sólidos que se venden sin empaques, como los shampoos y cremas (como los de Somos tierra que ya están disponibles en nuestra tienda Recrear). Todos estos recursos conforman un vasto instructivo en cuanto comida y cuidado personal para todo aquel que quiera sumarse a la causa.
No obstante, este movimiento no se limita a los aspectos mencionados, sino que se extiende a todos los ámbitos de nuestras vidas en que se generan desperdicios y por supuesto nuestro guardarropa no está exento, por lo que ha representado un sujeto importante en la filosofía del residuo cero.
Hay que mencionar que la industria de la moda es la segunda más contaminante del planeta, hecho que ha llevado a la ONU a declararla emergencia medioambiental, esto se debe a que genera residuos más rápido de lo que cualquier planeta podría procesarlos y por esto es más que pertinente que comencemos a integrar el residuo cero en nuestras prendas. Para lograrlo, hoy tenemos las siguientes propuestas:
Finalmente, hay que dejar en claro que el movimiento de residuo cero, se ha caracterizado por ser muy creativo y sus participantes tienden a innovar con tácticas que aplican a sus situaciones y contextos particulares para evitar los desechos, por lo que estos consejos no son restrictivos, ¡son tu punto de partida! Ahora es tu turno, si tienes más ideas ¡te esperamos con ellas en los comentarios!