Me gusta guardar mi dinero donde lo pueda ver: colgando en mi closet
Esta es una de las frases más recordadas de la serie estadounidense Sexo en la Ciudad (SENLC, Sex and the City). Gran parte de la fama de SENLC se debe a su relación con la moda. Su personaje principal, Carrie Bradshaw, es una escritora treinteañera que a pesar de su supuesta precariedad y desorganización amorosa y financiera, siempre logra verse “fabulosa”.
El consumo de ropa, en particular zapatos de diseñador, se convierten en una materialización del amor propio y la autonomía femenina. En un capítulo la compra de unos zapatos carísimos se convierten en un signo de su decisión y proyecto de vida, al preferir vivir sola y poder comprar unos zapatos de diseñador a casarse y tener hijos. A pesar de disfrutar capítulos de SELC es innegable su papel en la propagación de este pseudofeminismo de consumo.
Según un artículo en Vanity Fair, Parker comentó en entrevista con The Edit, que ella sólo consume ropa de segunda mano a partir de que vio el documental The True Cost. Si bien me es difícil creer que alguien de su posición no estuviera nada informada sobre la explotación socioecológica de la moda, por lo menos rescato que declare de forma pública sobre estos temas. Aunque sé que Parker no es una deidad, y que los problemas de la moda rápida están ligados a procesos económicos y políticos globales mucho más complejos, me parece que es un gran paso que una figura pública con tanto peso en el mundo de la moda hablé al respecto desde sus propias prácticas. Sobretodo alguien que se convirtió en una pieza clave en este “feminismo” consumista.
Frecuentemente escuchamos declaraciones de celebridades que se suponen que luchan por la justicia social y el cuidado ambiental pero sin dejar a un lado sus prácticas de consumo excesivo y de lujo. Y creo que es muy valioso que Parker asuma su parte del problema al comprar ropa usada. Claro, no comprará en el mercado de las pacas de ropa a cinco, diez o treinta pesos. Y no explica si compra ropa usada únicamente para su hijo o también para ella. Pero algo es algo.
A diferencia del guardarropa usado en SELC, en su nueva serie de televisión en HBO, Divorce, Sarah Jessica Parker y la vestuarista han evitado el uso de marcas de diseñador, y sólo emplean ropa de segunda mano. Esta práctica creo que es una acción clave para ir generando y sosteniendo otro tipo de aspiraciones de consumo.
¿Y qué hay de su línea de ropa?
No pretendo decir que Sarah Jessica Parker sea una anarquista pro economía solidaria, pero por lo menos ahora te dice que pienses mejor en qué forma vas a querer ver tu dinero colgando en el clóset.
Referencias:
Harwood, Erika. Sarah Jessica Parker Will Only Buy Her Son Secondhand Clothes http://www.vanityfair.com/style/2016/11/sarah-jessica-parker-secondhand-clothes