Los hechos ocurridos en campos mexicanos ha atraído la atención mediática por la desastrosa manera en que las multinacionales y el gobierno Mexicano han tratado a sus ciudadanos. En RECREAR consideramos que el movimiento laboral de SAN QUINTIN logra visibilizar y enunciar las cuestiones clave de la relación producción y consumo: ¿cuánto gano? ¿en cuánto se vende lo que produzco?
Los valores de una sociedad que permite la explotación por conveniencia son evidenciados por el hecho de que determinado estrato social se dedique casi exclusivamente a producir bienes y servicios para otro estrato social. La idea propiciada por economistas como el Rector del ITAM Arturo Fernández Pérez y el economista y político Jesús Federico Reyes-Heroles González Garza de que el libre mercado es justo, benéfico, auto regulado y que provee a todxs; es ampliamente promovida pero
Como describe Ha-Joon Chang es este el punto de vista el que justifica la injusticia, el de la economía neoclásica que sirve también como base para el enfoque neoliberal. En ese pensar el mercado es mirado como un mecanismo perfecto. Es el estado el que acota el mercado: al definir a qué edades es posible trabajar, cuál es el salario mínimo, delinear regulaciones ambientales: eso es definir el mercado. Lo que se nombra cuando se dice libre mercado es a aquellas regulaciones que le son convenientes a los intereses privados; a las que no se les llamará proteccionistas y tachará de retrógradas (como pasó en el caso de San Quintin).
Estas regulaciones proteccionistas fueron sin embargo las que permitieron el desarrollo de economías como la estadounidense. Chomsky comparte el argumento, declarando que fue por los ignorar los consejos para el crecimiento pro-libre mercado (basados entonces en consejos de Adam Smith pero muy similares a los que hoy promueve el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional) como se libró Estados Unidos de ser uno más de los países del tercer mundo; “que fue así, prácticamente, como el tercer mundo se originó”.
Preguntas clave:
¿En qué situación quedan los ciudadanos cuando se convierten en partes reemplazables en una línea masiva de producción donde eficacia y rapidez van encima de salud y bienestar?
¿Cómo se puede trazar una línea entre el público general y las luchas lab
orales?
¿Cómo consumidores queremos visibilizar estos problemas, estamos dispuestos a pagar por esta visibilización?
Organicémonos no sólo para exigir una mejora en las condiciones de trabajo (que finalmente es nuestra vida), como los jornaleros de San Quintin que no han soportado ni un día más la esclavitud laboral, sino también organicémonos para buscar otras formas de vida fuera de las estructuras de trabajo.